¿Qué es la fiebre del heno?

Es una rinoconjuntivitis producida por alergia a los pólenes. La primera descripción científica de esta enfermedad fue realizada por un médico inglés, John Bostok quién en 1819 comunicó a la "Royal Medical Society" la existencia de una "afección de los ojos y nariz que aparecía solo durante el verano" haciendo una descripción clínica de su propio caso. Es curioso que entonces solo pudo encontrar 28 pacientes en toda Inglaterra que tuvieran sus mismos síntomas. Debido a que se pensó que el heno era su causa y el término fiebre, era entonces empleado para designar cualquier proceso, tanto fuese febril como afebril, se denominó a este proceso "fiebre del heno" término que aunque erróneo, sigue utilizándose tanto por profanos como especialistas.

¿Cuál es la causa de la fiebre del heno?

Una vez descrita la enfermedad por John Bostok, tuvo que pasar mas de medio siglo para que otro médico inglés, Charles Harrison Blackley publicara en 1873 que la causa de esta enfermedad era producida por los pólenes y no por el heno. Este investigador, un autentico adelantado para su época, demostró una relación entre los síntomas y la presencia atmosférica de pólenes de gramíneas, que obtenía mediante el estudio microscópico de los granos de polen que quedaban atrapados en portas glicerinados, previamente expuestos a la atmósfera, pudiéndose considerar por tanto a Blackley como el iniciador de la aeropalinología. Describió también la posibilidad de inducir en su propia piel (el también sufría de polinosis) la aparición de un habón y eritema de forma inmediata tras el contacto de pólenes de gramíneas en una zona previamente escarificada. En las dos primeras décadas de este siglo, gracias al descubrimiento de las pruebas cutáneas, se reconoció a la fiebre del heno o polinosis como una enfermedad alérgica de hipersensibilidad inmediata y mediada por un factor sérico(s) al que llamaron "reaginas".

En el año 1966 un matrimonio de investigadores japoneses afincados en USA, Teruko y Kimishige Ishizaka y prácticamente simultáneamente unos investigadores suecos (Johansson y Bennich) demostraron que los anticuerpos reagínicos correspondían a una inmunoglobulina distinta de las conocidas hasta la fecha (IgG, IgM, IgA, IgD) denominándola IgE. Estos autores comprobaron que los pacientes alérgicos a los pólenes presentaban a diferencia de la población normal altas concentraciones de estos anticuerpos IgE dirigidos contra glicoproteinas que se encuentran en el interior de los granos de polen. Siendo por tanto estos anticuerpos IgE los culpables de la enfermedad.

¿Es frecuente la fiebre del heno?

Sí, es curioso que esta afección considerada en un inicio como "rara" (un privilegio de la clase aristocrática según Blakley) resulta ser el trastorno inmunológico más frecuente en el ser humano, alrededor de un 20% de la población presenta tests cutáneos positivos a los pólenes, cerca de un 10% presentan además síntomas clínicos y alrededor de un 5% reciben por ello tratamiento. Parece ser que la polución puede estar contribuyendo a este incremento observado sobre todo en las 2-3 últimas décadas. Esta produce una inflamación de la mucosa nasal, facilitando la absorción de los antígenos polínicos. Además se ha demostrado que las partículas procedentes de la combustión del diesel presentan un efecto adyuvante para la producción de IgE específica contra los pólenes. Esto podría explicar el porqué en el medio urbano la frecuencia de polinosis es el doble que en el medio rural a pesar de que en este último la exposición polínica es mucho mayor.

¿Qué es exactamente un polen?

Los pólenes no son mas que unos granos mucho mas pequeños que la punta de un alfiler, que contienen en su interior células espermáticas. Los pólenes son producidos obviamente por el aparato reproductor masculino de las flores y su función es la de transportar estas células espermáticas al aparato reproductor femenino para producir la fecundación y la formación del fruto. Hay que tener en cuenta que tan solo una planta puede producir miles y miles de granos de polen, cuyo aspecto cuando se ve junto (por ejemplo en el interior de las flores) es el de un polvillo amarillo, pero por el contrario cuando este se encuentra disperso en el aire, es invisible al ojo humano siendo necesario para verlo un microscopio.

Es curioso como los pacientes suelen confundir los pólenes con las pelusillas blancas que aparecen en mayo y que no son mas que semillas con pelosidades producidas por los chopos y otras plantas, es frecuente que los pacientes atribuyan sus síntomas a estas pelusillas de los chopos, cuando el verdadero responsable es el invisible polen de las gramíneas que aparece en la atmósfera en esa misma época.

¿Todas las plantas pueden producir fiebre del heno?

No. Solo las plantas que polinizan a través del aire (plantas anemófilas) son las que contribuyen en la carga atmosférica de pólenes que por tanto de forma inadvertida podemos respirar. Por el contrario las plantas entomófilas (que polinizan a través de los insectos) al no verter el polen al aire difícilmente pueden producir ninguna alergia respiratoria. El 80% de las plantas son entomófilas y se caracterizan por tener flores de colores vivos con pétalos vistosos y ser aromáticas para así atraer la atención de los insectos. Ejemplos de plantas entomófilas son las rosas, los claveles, hortensias, geranios etc. Las flores de las plantas anemófilas apenas son vistosas siendo claros ejemplos las hierbas que crecen en los márgenes de las carreteras.

¿Cuales son los pólenes, que con más frecuencia producen alergia?

Los pólenes de las gramíneas (hierbas) son la causa más importante de fiebre del heno en España (y en casi todo el Mundo), en segundo lugar se encuentra el polen del olivo en las zonas sur, centro y este de la península. El polen de la Parietaria judaica (una maleza) también presenta una gran importancia pero principalmente en la zona costera mediterránea. Otras plantas igualmente de polinización anemófila (a través del aire) tales como el Plantago, Artemisia, Chenopodium... etc. pueden producir fiebre del heno, aunque globalmente su importancia es menor. Por el contrario en el norte de Europa (península escandinava) cobra importancia el polen del abedul (allí tan importante como las gramíneas), en Japón el polen del cedro, en el litoral Mediterráneo la Parietaria (especialmente en España e Italia) y en USA la Ambrosia, una maleza que poliniza en agosto-septiembre, y que ella sola produce allí mas pacientes con fiebre del heno que todas las demás plantas juntas (incluida las gramíneas). Toma interés además que esta planta inicialmente desconocida en Europa, está por el contrario desde hace unos años extendiéndose por el norte de Italia y centro Europa siendo en la actualidad en esos lugares también una causa de polinosis. Ver Pólenes Alergénicos

¿Cualquier persona puede sufrir una fiebre del heno?

No. El riesgo de desarrollar fiebre del heno viene dado por la conjunción de una disposición atópica heredada y una exposición a pólenes alergénicos.

La edad de comienzo suele ser en la infancia y juventud aunque puede aparecer a cualquier edad y esta tiende en general a persistir indefinidamente una vez que han aparecido los primeros síntomas clínicos, aunque la severidad de estos puede variar de año en año dependiendo de la cantidad de polen liberado y de la exposición del paciente durante la estación polínica específica, no obstante un pequeño porcentaje (8%) pueden presentar remisiones clínicas espontáneas, mientras que por el contrario entre un 7% y 30% de los pacientes (dependiendo de la severidad de sus síntomas) pueden terminar desarrollando asma bronquial.

Finalmente, la mayoría de los pacientes con el paso de tiempo van experimentando una lenta remisión de los síntomas, especialmente a partir de la 5º, 6º década de la vida.

¿Cómo se realizan los recuentos de polen?

Existen diferentes colectores que nos permiten captar los granos de polen que se encuentran en la atmósfera, para así poder clasificarlos mediante el estudio microscópico. En la actualidad los más eficaces son los colectores volumétricos y dentro de estos, el mas utilizado en Europa es precisamente el Burkard spore trap. Este, básicamente consta de una cámara de admisión, que aspira un volumen de aire de 10 litros por minuto (volumen similar al de la respiración humana) a través de una pequeña hendidura de 14 mm de largo por 2 mm de ancho y que está permanentemente orientada frente a la dirección del viento, gracias a la acción de una veleta incorporada en el colector. Las partículas contenidas en el aire succionado, son impactadas en una cinta muy próxima a la hendidura. La cinta consiste en una película transparente de plástico, que se monta sobre un tambor y a continuación se recubre con una capa fina y uniforme de vaselina. El mecanismo de relojería está incorporado en el propio tambor, permitiendo que éste, rote a una velocidad de 2 mm/hora y durante un período de hasta 7 días. Cada semana se desmonta la cinta y se corta en segmentos de 48 mm de longitud, que cada uno corresponde a un día de muestreo. Cada uno de estos segmentos, luego son examinados mediante el microscopio óptico, identificando y cuantificando los diferentes tipos de pólenes en función de sus características morfológicas. Los recuentos obtenidos en esta área de barrido de 48 mm y multiplicados por un factor de conversión nos da la media aritmética del número de granos de polen por m3 de aire de ese día. Las medias diarias son como normalmente se expresan los recuentos. Hay que tener presente que por ej. una media diaria de 20 granos/m3 de aire, puede obtenerse en un día, donde las concentraciones a lo largo del día hayan oscilado entre 0-90 granos/m3. Es posible con el Burkard hacer también los recuentos por hora (2 mm), pudiéndose obtener así curvas circadianas.

¿Cómo afecta el tiempo a las concentraciones de pólenes?

La mayor o menor pluviosidad durante el otoño e invierno condicionan la mayor o menor germinación y crecimiento de las hierbas (gramíneas) y por tanto son las responsables de la mayor o menor carga de pólenes atmosféricos que habrá durante la primavera. Esto es especialmente cierto para la España seca (Centro y Sur del interior de la península). Cada especie de planta tiene su periodo de floración-polinización. El periodo de polinización esta influido por la temperatura, variando por tanto la función de la altura y de la latitud. Así por ejemplo las gramíneas atmosféricas en el medio urbano de Madrid aparecen principalmente en Mayo-Junio, pero por el contrario en la sierra de Guadarrama (a tan solo 60 KM de Madrid) su polinización es en Julio. En el sur (por ej. Sevilla) la polinización de las gramíneas ya comienza a ser álgida en Abril.

Durante el periodo de polinización las concentraciones atmosféricas de pólenes aumentan con el incremento de temperatura (días secos y soleados) y disminuyen con la lluvia o frío.

En general, a lo largo del día las mayores concentraciones suelen aparecer por la mañana (emisión de pólenes por las plantas) y al atardecer (pues al enfriarse el aire, los pólenes tienden a bajar desde las capas más altas de la atmósfera hacia el nivel del suelo). Los pacientes deben por tanto evitar los paseos por la tarde (cuando refresca) y mantener las ventanas cerradas, incluidas la de los edificios más latos (el polen baja desde arriba).

Las concentraciones de pólenes en el interior de las grandes ciudades suele ser menor que en las zonas rurales circundante gracias al "efecto barrera" producido por los edificios altos al frenar la penetración de los pólenes desde el campo al interior de la ciudad y gracias al "efecto calle" producido por el calor emitido por el cemento y asfalto que produce corrientes ascendentes de aire arrastrando a muchos pólenes a alturas no respirables.

Sin embargo un factor negativo para los ciudadanos con fiebre del heno son las turbulencias creadas por el tráfico y/o el viento a través de las calles que pueden aumentar temporalmente las concentraciones de pólenes.

¿A partir de que concentración de pólenes puedo tener síntomas?

Existe una correlación directa entre los recuentos de pólenes alergénicos y los síntomas de polinosis. Aunque el umbral de respuesta es variable de un paciente a otro (dependiendo del grado de sensibilización), y puede disminuir en un mismo paciente a medida que avanza la estación (efecto priming), se estima como concentraciones altas (capaces de producir síntomas casi al 100% de los pacientes clínicamente sensibles) a 50 granos de gramíneas/m3 de aire. En el caso de la Ambrosia se estima en 20, para la Parietaria en 30 y Betula en 80 granos/m3. No obstante lo mejor es que cada paciente aprenda cual es su umbral de reactivación "lo que es alto para unos puede ser bajo para otros".

¿Para qué sirven los recuentos de pólenes?

Su información es muy útil para los médicos, especialmente para los alergólogos. El especialista necesita conocer de una manera precisa las concentraciones de los diferentes tipos de pólenes que hay precisamente durante el período en que el paciente presenta los síntomas de polinosis. Luego confirmará la existencia o no de sensibilización a ellos principalmente mediante la realización de unas pruebas cutáneas. Para el alergólogo es crucial el saber exactamente cual(les) son los pólenes que le originan los síntomas para poderle prescribir una inmunoterapia especifica (vacuna), único tratamiento que puede eliminar o disminuir su grado de alergia.

Para el paciente también es útil el conocer los recuentos, estos le pueden ayudar a comprender mucho mejor su enfermedad:

a) Gracias a los recuentos el paciente aprende cuando debe de estar preparado, y durante que periodo debe de tomar su medicación antialérgica.

b) Las variaciones interanuales en la intensidad de los recuentos le ayuda a entender las variaciones interanuales en la intensidad de sus síntomas.

c) Gracias a los recuentos los pacientes pueden planificar mejor sus viajes (trabajo u ocio) eligiendo los momentos del año y/o lugares libres del tipo(os) de polen(es) a los cual(es) es alérgico.

¿Cómo puedo enterarme de las concentraciones de pólenes?

La SEAIC lleva realizando recuentos de pólenes desde 1973 mediante colectores volumétricos. En la actualidad el comité de aerobiología de la SEAIC tiene un total de 20 estaciones distribuidos por toda España y la información de estos recuentos es remitida semanalmente a Madrid, donde se elaboran gráficos que a continuación vía fax se envían a todas las unidades de alergia. Además desde abril de 1996 esta información también esta disponible de forma gratuita para cualquier persona que quiera consultarla en esta dirección de Internet. Adicionalmente durante los meses de primavera la mayoría de las estaciones dan de forma gratuita en su localidad esta información a los diferentes medios de comunicación (prensa y/o radio).

¿Qué puedo hacer para evitar la exposición a los pólenes alergénicos?

  • 1. Mantener las ventanas cerradas por la noche. Utilizar aire acondicionado con filtros.

  • 2. Disminuir las actividades al aire libre durante las 5-10 de la mañana (emisión de pólenes) y de 7-10 de la tarde (periodo de descenso del polen desde lo alto de la atmósfera, al enfriarse el aire).

  • 3. Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en coche. Poner filtros al aire acondicionado del automóvil.

  • 4. Permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes. Durante el periodo álgido de polinización evitar salir, sobre todo los días de viento.

  • 5. Tomarse las vacaciones durante el período álgido de polinización, eligiendo una zona libre de pólenes (por ej. la playa).

  • 6. Tomar la medicación prescrita por su alergólogo.

  • 7. Evitar cortar el césped o tumbarse sobre él.

  • 8. No secar la ropa en el exterior durante los días de recuentos altos. El polen puede quedar atrapado en ella.

  • 9. Ponerse gafas de sol y mascarilla facial que abarque boca y nariz al salir a la calle, especialmente si va a permanecer en ella durante largos periodos de tiempo.

  • 10. Seguir los recuentos de pólenes.